Poesía al oído del lector: poemas nadaístas


Jaime Jaramillo Escobar – X504 (Pueblorrico, 1932), Gonzalo Arango (Andes, 1931 – Gachancipá, 1976) y Eduardo Escobar (Envigado, 1943)

No hay movimiento literario o artístico que, antes de desarrollarse, no nazca con manifiestos y/o proclamas. En la dialéctica que establecen tradición y ruptura, esta última se expresa primero bajo el signo de la intransigencia y la provocación. Así se forjó el Nadaísmo, el más polé­mico y revulsivo de los movimientos literarios surgidos en la literatura colombiana a partir de la segunda mitad del siglo XX.

Así se expresaba Gonzalo Arango en el Primer Manifiesto Nadaísta, proclama de un individuo que habría de propiciar una revuelta cultural de grandes alcances en el desarrollo posterior de la literatura colombiana. Siguiendo las líneas maestras de otros movimientos y, sobre todo, de las llamadas «vanguardias históricas» de las segunda y tercera décadas del presente siglo, el Nadaísmo optó por una voluntad de rup­tura. En esta empresa, no dejó de mencionar e incluso glosar a sus predecesores. Y acaso sin saberlo, o ignorándolo deliberadamente, el Nadaísmo empezaba a formular, en 1958, ideas que habían estado en el centro de otras diatribas vanguardistas, en particular las que se presenta­ron en diversos países de América Latina: ultraísmo, en Argentina; estridentismo, en México; creacionismo, en Chile.

Historia de la poesía colombiana (Casa de Poesía Silva, 2012), pág 270 – 271.

El escritor Óscar Collazos nos cuenta el contexto histórico del grupo nadaísta, además nos presenta una semblanza de del poeta Jaime Jaramillo Escobar.

Compartimos con ustedes el capítulo XI de la Historia de la poesía colombiana. Puede consultar este material en nuestra biblioteca con la signatura topográfica: A861 / H377c

Compartimos una breve muestra de la poesía nadaísta en voz viva de los autores. 1. «Memoria de los colores pintados» de Jaime Jaramillo Escobar – X504 2. «La promesa» de Gonzalo Arango 3. «Escribano del agua» de Eduardo Escobar